La vida está llena de pequeños placeres, como saborear un buen vino. La Gomera te ofrece una excelente oportunidad para disfrutar del placer de degustar un buen vino, debido a su riqueza y exclusividad vinícola.

El cultivo de la vid en La Gomera ha sido y es una ardua tarea para el viticultor gomero, que frente a la abrupta orografía de la isla, se ha visto obligado a construir terrazas o bancales de piedra, excavando las laderas de las montañas, para así suavizar las grandes pendientes del terreno. Un enorme trabajo, que ha dotado al paisaje de una gran belleza, pero que en contrapartida, ha imposibilitado su mecanización. 

En La Gomera encontrarás excelentes caldos, en su mayoría blancos, con una intensidad media y con toques cítricos. 

Las primeras cepas introducidas en La Gomera fueron en el siglo XV por los conquistadores de la Península Ibérica. Dos siglos más tarde, a partir del siglo XVII y coincidiendo con el derrumbamiento del cultivo de la caña de azúcar, la vid adquirió un papel predominante en la economía gomera, sobre todo en la zona norte de la isla

Las uvas que nacen actualmente en La Gomera, tienen por tanto su origen en las que trajeron los conquistadores, pero, desde la llegada de las primeras cepas,  han estado expuestas a múltiples fenómenos que las han hecho evolucionar de forma lenta pero persistente, convirtiéndolas en variedades únicas

La causa de esta originalidad radica en el cruce entre variedades hermanas con una carga genética muy similar, la adaptación a las diferentes condiciones que ha actuado como seleccionador natural a lo largo de los siglos, la acumulación de mutaciones al azahar que ha dado lugar a nuevas formas varietales dentro de la misma variedad y a la acción directa del hombre que ha actuado como mejorador.  

En este sentido, la conocida variedad “forastera blanca junoniense” también llamada “forastera gomera” por ser una especie única y exclusiva de la isla, es la variedad más representativa de la isla y la mejor valorada enológicamente, ocupa actualmente el 85% de los cultivos de la Gomera y el 90% de la producción, es según diversos estudios científicos, una variedad con un perfil único, ya que sus características genéticas difieren de las que se cultivan en Europa e incluso del resto del mundo.

El aislamiento de La Gomera durante siglos ha permitido que la antigüedad de esta variedad de forastera blanca alcance alrededor de 500 años frente a los 150 años de las vides de Europa. El motivo radica precisamente  en la insularidad, que evitó que la plaga de filoxera que arrasó los cultivos de toda Europa a principios del siglo XIX llegara hasta la Gomera. Con el tiempo esta especie se ha ido adaptando a la geografía insular y adoptando su propia personalidad.

La cosecha 2015, ha sido una de las mejores de los últimos años y las 14 bodegas que componen el Consejo Regulador de Vinos de la Gomera, han producido 130.000 botellas de un excelente vino lleno de matices, compuesto entre un 70 y un 80 por ciento por la exclusiva variedad forastera blanca. dejamos a tu elección cual quieres degustar para acompañar ese momento especial en los diferentes restaurantes de nuestro hotel.